El miedo de la industria y los inversionistas por la salud del presidente ejecutivo de Apple no se han apaciguado un mes después que apareció dramáticamente delgado en una conferencia anual de la firma.
Parte de la preocupación por la salud de Jobs se debe a que Apple no tiene un plan de sucesión, dijo el diario New York Post.
Los fondos de cobertura que invierten en Apple, cuyos resultados serán informados el lunes, están muy preocupados, dijo al diario.
Fuentes múltiples, que se habían reunido con Jobs en las semanas alrededor de la presentación del iPhone 3G, el 11 de julio, dijeron que les consternó su delgadez, indicó el New York Post en su sitio de internet.
Apple tradicionalmente se resiste a admitir las enfermedades de su líder. Su diagnóstico de cáncer de octubre del 2003 no fue revelada hasta la remoción del tumor del páncreas, recalcó el periódico.
Reportes recientes han sugerido que la compañía había sabido de la condición de Jobs durante nueves meses antes de anunciarla públicamente, reportó el diario.
Apple no pudo ser inmediatamente contactada para hacer comentarios.