La próxima generación de tarjetas CompactFlash está casi lista. Tiene casi diez veces la velocidad de las tarjetas CF actuales pero existe un problema para su rápida adopción: serán totalmente incompatibles.
La nueva versión se llamará CFast, y su principal ventaja reside en la velocidad de transferencia. Las actuales CompactFlash, con interfaz Parallel-ATA, llegan a un máximo de 45MB/s, mientras que las futuras CFast, con interfaz Serial-ATA, alcanzarán los 375MB/s. Y por la naturaleza eléctrica diferente en cada una de las interfaces es que son totalmente incompatibles entre sí.
Para las cámaras DSLR profesionales, las únicas que utilizan este tipo de tarjetas, las ventajas inmediatas de la velocidad que ofrecerán las CFast son dos: aumento de la velocidad de disparo en ráfaga, ya que descarga el buffer de la cámara mucho más rápido, y mayor velocidad de carga de imágenes para su posterior visado.
Según un ejecutivo de Lexar, compañía fabricante de memorias flash, las tarjetas CFast llegarán al mundo de la fotografía en aproximadamente un año y medio, aunque los fabricantes de cámaras no se han visto muy comprometidos con la implantación del nuevo formato.
